Samo, stencil con los rostros de la periferia.

Entre formas orgánicas y plantillas con intrincadas perforaciones que suscitan muchas veces a impresiones de grabado, se crean las plantillas de Samo, un artista bogotano proveniente de los barrios populares del sur, y es de allí donde salen sus plantillas, de todos quienes habitan y viven el barrio.

La técnica de Samo en las plantillas hace que las mismas se vean como únicas, ya que amalgama las tonalidades elaboradas de la mano alzada al aerosol y la fidelidad de los rasgos que proporciona el stencil, lo que permite que visualmente, los rostros tomen una efusividad única, esto aunado al mensaje que la plantilla lleva tácito en sí y que no requiere de un texto para ser trasmitido, mensaje que lleva a la reflexión del barrio como un espacio multicultural y tan plural en sus expresiones como en quienes lo habitan.

Pero hablemos desde lo artístico y lo visual de la obra que Samo ha entregado a uno de los muros del Coloquio en su tercera versión y es que no se ha quedado en corto este artista para incluir elementos gráficos relacionados al corte, en una composición triangular donde acentúa la importancia de su obra en el centro, un corazón atravesado por dos cuchillas, que reposa armoniosamente sobre una mano, nos invita a ver el “amor,paciencia, entrega y muchas otras características, que identifican a los que caminamos por los filosos caminos del corte”, como lo dice en sus propias palabras.

A quienes hemos cortado, las plantillas nos han permitido estar donde estamos, y eso lo podremos ver como una constante en las obras de todas las versiones del Coloquio. Agradecemos a Samo por su participación en este evento y los invitamos a conocer mas acerca de este artista aquí.